Como indica el documento de la UEX sobre orientaciones para la prueba de Selectividad, en esta parte del examen (1b) hay que realizar un comentario personal de unas 15 a 20 líneas (en clase voy a pedir, por motivos de ejercitación en la escritura, comentarios de una cara de extensión) sobre un determinado aspecto reflejado en el texto. Esta parte, en la prueba de Selectividad, se califica sobre 2 puntos.
Independientemente de los criterios de corrección que gobiernan toda la prueba (errores gramaticales, puntuación, faltas de ortografía, la escasez de léxico o el recurso a un vocabulario excesivamente coloquial, etc.) el comentario, señala el citado documento, ha de plasmarse en una redacción coherente, correcta y bien argumentada, orientada hacia el aspecto concreto propuesto en el guión del comentario del texto. Lo que se pretende en esta cuestión es comprobar la madurez del alumno o de la alumna, es decir, su capacidad de sintetizar y de enjuiciar con ponderación, de forma razonada y personal, las opiniones expuestas en el texto. En definitiva, lo que se evalúa es la capacidad argumentativa, expositiva y expresiva del alumnado. Por otra parte, según expresa el documento, se valorará especialmente la presentación de un texto bien estructurado en cuanto a la argumentación de las ideas que se expongan (planteamiento, argumentos, conclusiones) y que las ideas o argumentos expuestos sean personales y originales. Esto último implica que el alumno- a debe demostrar una madurez intelectual y cultural. A un estudiante de segundo de bachillerato se le supone una opinión formada sobre temas de interés universal y de actualidad. Y no cabe la menor duda de que la lectura de la prensa regional y nacional, sobre todo de editoriales y de columnas, es una gran aliada para llevar a cabo este ejercicio con éxito. Toma nota de los siguientes consejos:
Evita los coloquialismos y vulgarismos. Usa un castellano culto.
Evita la pedantería.
Evita la redacción de móvil y las abreviaturas.
Evita las frases hechas (amplio abanico, un largo etcétera, brillar por su ausencia...)
Planifica el texto en tres apartados: planteamiento, desarrollo (cuerpo argumentativo) y conclusión.
Evita las posturas extremas desde el punto de vista ideológico y procura enfocar el tema desde varios puntos de vista.
No te olvides nunca de cerrar el texto con marcadores como por último, para concluir, para finalizar, en definitiva, en conclusión...
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